Aparece en áreas montañosas.
Antes conocida como Chamaerops excelsa, es una de las palmeras más empleadas en regiones de clima templado de todo el mundo debido a su gran resistencia al frío y adaptabilidad a diferentes suelos. En Europa se cultiva desde finales del siglo XIX.
Su tronco permanece durante muchos años cubierta por una fibra marrón oscura y otros restos foliares.
Hojas verdes de peciolos finamente aserrados. Sus frutos tienen forma arriñonada.
Aunque tolerante a la sequía necesita ambientes frescos, húmedos y suelos ricos y bien drenados para prosperar.
Es una excelente palmera para mantener en contenedor.
Una variedad del Trachycarpus fortunei es el llamado T. fortunei var. wagnerianus que se diferencia por tener hojas mucho más pequeñas y erectas y un crecimiento más lento, en particular en las primeras fases de crecimiento. Más resistente a los vientos, se le suponen unas exigencias de cultivo similares.